domingo, 25 de abril de 2010

Semana de entrenamientos

Este fin de semana no hubo competición. Mejor dicho: no fui a ninguna. El martes rodaje de recuperación después de la prueba de Paderne, aunque me animé y no fue "rodaje" del todo... y menos todavía "de recuperación": 10 kms a ritmo de 5'. Bastante cargado y, por precaución, ya no salí más en toda la semana hasta hoy por la mañana (domingo).

Como Hugo, Óscar y Pablo se fueron a correr a la montaña en la III Tebaida Berciana (algo accidentada para algunos)... Tito y yo nos programamos un entreno mañanero de domingo. Quedamos a las 9:00 junto al Pabellón y nos fuimos a ritmos entre 5:30 y 5:40 hasta Untes y vuelta. Muy relajados, charlando todo el rato. Nos metimos una fuerte subida antes del camping y luego paramos un poquito para disfrutar del entorno. A la vuelta, pasado el puente de Outariz, Tito se animó y empezó a tirar fuerte, marcando ritmos entre 4:30 y 4:40... para mí que con el sol se le recalentó la cabeza... y a mí también pues le seguí el ritmo.

Finalmente 17,5 km juntos y yo 20 km. La verdad es que para ser "tirada larga" le llegó bien. Esta semana quedará unirse a los Esprintes inde nai que quieran y puedan el martes por la noche y compartir entrenamiento (de recuperación para ellos) y el jueves intentaré hacer algo de velocidad, que lo necesito... eso sí, con precaución para no dejar aflorar alguna molestia escondida que pueda tener.

Desde aquí mi recuerdo, y ENHORABUENA a los corredores que participaron en la Tebaida y, como no, en el MAPOMA. Os puedo asegurar que os tuve presente en la mente a lo largo de la mañana. Especialmente a "mis" Esprintes inde nai por tierras bercianas y a "banderas" y "khene", entre otros, por tierras madrileñas.

Mi objetivo: Medio Maratón de Coruña (16 de mayo de 2010) sub 1:43.

martes, 20 de abril de 2010

Subiendo y bajando en Paderne de Allariz

A mí no me gusta el barro... y las pocas experiencias que he tenido de correr pisoteándolo no han sido nada satisfactorias. El domingo se nos presentaba esta posibilidad en la carrera que organiza el Concello de Paderne por los montes de la zona, por lo llovido el día anterior.

Pleno de participación de los componentes del equipo Esprintes inde nai que acudimos a disputar esta prueba. Tito, Pablo, Óscar, Hugo y un servidor, nos dirigimos en el mismo coche a la población de Rioseco donde se encuentra el edificio del Concello y la salida/meta de la carrera.

Ángel (toledano), Pablo (Pájaro Azul), Óscar (Oscarourense), Felipe (Pipe) y Hugo (Zeusourense)

Nada más llegar, notición: habían cambiado el recorrido por las inclemencias metereológicas y pasaran de 16 a 18 kms en la carrera. Dos kilómetros más de regalo, una semana después de correr el Medio Maratón Vig-Bay... la cosa no animaba mucho.

Nos habíamos hecho a la idea, al menos al inicio de la carrera, de hacerla en plan "tirada larga de domingo". Es decir, tampoco salir muy rápido y dosificar fuerzas todo el rato. Quizá el que más arriesgó fue Hugo, que se encuentra en muy buena forma y consiguió llegar en el puesto 16º con un tiempo de 1:26:33 y trofeo al PRIMER JUNIOR en llegar a meta. Óscar y Pablo salieron juntos y Tito y yo hicimos lo propio.

Debo decir que, salvo el meter los pies de lleno en el barro y mojar los pies por completo, la carrera me gustó mucho. Casi todo el rato por monte o por pistas asfaltadas del rural. Siempre en los últimos puestos junto con Tito hasta que, al poco de pasar el ecuador de la carrera, comienzan las cuestas en las que ya se empieza a notar el cansancio. A mí me apetecía ir con mi compañero y capitán del equipo, después de lo que pasó en el Vig-Bay, y que llegásemos juntos a meta... pero él ya me avisaba que iba un poco forzado y decidió hacer caminando un trecho. Aunque yo pretendía que no se desenganchase de mí, al final lo perdí y corrí el resto yo solo. Nos seguimos debiendo el compartir carrera y llegar juntos a meta.

Adelanté a algunos corredores que habían salido con nosotros pero que habían imprimido un ritmo mayor a partir del km4, y me puse detrás de una corredora (que luego resultó ser la ganadora en féminas) en la última subida grande, que hicimos caminando. La bajada fue vertiginosa, a un ritmo cercano a los 4' por kilómetro... si no llevase la idea de seguirla, seguro que me sacaba una buena distancia. Luego a ella le costaba mantener el ritmo en llano y en pequeñas subidas por asfalto, momento que aproveché para irme.

Finalmente tiempo en meta de 1:47:33, puesto 62... y, curiosamente Tito con un tiempo de 1:55:33. Digo curiosamente porque Hugo, Tito y yo paramos el crono en los 33 segundos. Acabo de mirar la clasificación y Óscar hizo un tiempo de 1:33:32... ¡casi! y Pablo 1:37:46.

Una carrera modesta en participación ya que los llegados a meta finalmente fueron 72 corredores, pero que me dejó un buen sabor de boca en esto de las carreras por el monte. Sólo queda decir que tengo agujetas en muchas partes de mi cuerpo al no estar acostumbrado a tanto sube y baja de monte, a saltar piedras, meter los pies en riachuelos y barro...

¿La próxima? pues no lo tengo seguro... creo que hasta el sábado 8 de mayo no iré a competir a ninguna. O ese día por la tarde en O Couto o al día siguiente en Ferreirúa.

lunes, 12 de abril de 2010

XI Vig-Bay 2010: suma y sigue...


La de ayer fue una carrera para el "suma y sigue", es decir, una más para la lista de carreras, pero a pensar ya en otra cosa.

La verdad es que puedo poner mil y una razones por las que ayer hice peor tiempo que el año pasado, que era la primera vez que corría la distancia, todas válidas y acertadas: mes y medio sin una tirada larga, un mes parado sin entrenar por culpa de una periostitis en la pierna derecha, sólo dos semanas de entrenamiento y para nada específico, miedo a la periostitis (no me dolió "casi" nada durante la carrera)... y sobre todo: el sol y el calor. Pues sí que me afecta a mí el calor, igual que el frío... tendré que buscar un clima más suave para correr.

Salimos Tito, compañero de los Esprintes inde nai, y yo al ritmo previsto. No entiendo como, saliendo al final del cajón de 1:35-1:45 estuvimos adelantando gente todo el rato a un ritmo, en el primer kilómetro, de 5:10. Bueno, sí lo entiendo: se colocan muy mal en la salida... o van de mucho menos a mucho más. Estuve apunto de tropezar y caer por culpa de un corredor.

El caso es que fuimos controlando el ritmo de 5' el kilómetro hasta la playa del Bao, incluso por debajo del ritmo. Yo me di cuenta, antes de abandonar Samil, que me iba a costar correr, pues ya tenía demasiado calor y, después del puente del Lagares, me daba la sensación de que no me apetecía correr, no estaba motivado… y eso que la semana fue de un nerviosismo extremo ante la GRAN VIG-BAY.

Antes de la cuesta de Canido aflojamos un poco y subimos “paseniño”, muy despacio, para afrontar el siguiente tramo que sigue picando para arriba. A partir de ese momento no me doy cuenta que Tito se queda, aunque al principio lo veía por el rabillo del ojo. Empiezo a marcar ritmos de 5’30” que me cuesta rebajar. Hasta la bajada de Playa América consigo normalizar mi ritmo en 5’15” y por eso tiro sin esperar por él pero… PERO… PEEEEEEROOOOO

Llego a Playa América y el fore comienza a pitar como un condenado. Lo miro extrañado porque no hay paso por km, y resulta que es el aviso del pulsómetro, que he sobrepasado las 185 ppm. Y la verdad, no me extraña, iba super acelerado desde el principio. Viendo ahora los datos en el ordenador, desde el km 5 ya sobrepasé las 170 ppm y anduve todo el rato en ese rango: 170 – 180.

Ante este suceso, y viendo como las ambulancias iban y venían a todo meter, decido relajar mucho mi ritmo. Me adelantan mogollón de corredores, adelanto a otros tantos que iban caminando. Me alcanzan Maricarmen y Sandra del Burgas y me animan a seguirlas. Imposible. Me dicen que lo importante es que no me pare. Imposible. Comienzo a caminar para bajar pulsaciones mientras las veo alejarse. También me encuentro con Enrique (Tartaruga), que hace lo propio: alterna el correr con el caminar. De esta manera, registro ritmos cercanos a 6’ y superiores según avanzan los kilómetros. Todo el rato mirando para atrás para ver si llega Tito y, por lo menos, llegamos juntos a meta.

Sigo como puedo hasta el último kilómetro donde una chica de buen ver me dice: “¡venga! Que sólo queda 1 km!” le agradezco sus ánimos pero la miro como diciendo: “ya lo sé… pero no puedo más…” En esto me alcanza Jorge Paradela, un chico de Ourense que conocí el año pasado en esta misma prueba y que se asombra de verme allí, caminando. Me uno a él y saco fuerzas de donde no las tenía para que pudiésemos llegar juntos a meta.

Como no tenía a Tito para jugármela al sprint, le dije a Jorge si echábamos uno. Lógicamente pensé que me iba a decir que NO, y el muy jodido me dice “vale, venga”. No sé exactamente cuánta distancia quedaba, poca seguramente, unos 50 m. Os aseguro que VOLÉ hasta la meta. Pulsaciones disparadas al llegar, mareo, arcadas... y en unos segundos ya me calmé.

Lo peor, a 30 segundos entra Tito y me da una rabia terrible el no haber coincidido para nuestro pique. Y ahora me duele el no haber esperado por él en aquel tramo, porque seguramente hubiésemos ido de otra manera e incluso yo no me tendría que haber parado.

En meta 1:57:00 netos que es una mierda redonda y ni marca, ni mejora ni ostias, claro. Es curioso tirar de la clasificación y ver tiempos intermedios de la gente que llegó con uno a meta. En algunos casos llevábamos ventaja de 4 ó 5 minutos en el km10 y en el km15… y un corredor que llevaba hasta 10 minutos de ventaja y llegó más tarde. Comparando objetivos y tiempos reales, casi todos hicimos entre 7 y 10 minutos de más.

Está claro que ayer a mucha gente le pasó factura el sol y el calor. El desayuno lo había hecho bien, mejor que en otros medio maratones. Hidratación también bien, pero no me sobró el agua de los avituallamientos. En algún caso pensé seriamente en beber alguna esponja. No tuve dolores en las piernas. La periostitis muy bien, el pie también… hombre, algo de molestia hubo, pero ni para pararse a pensar en ello. Lo que no iba era el cuerpo en general.

El domingo: Carrera en Paderne de Allariz. 16 kilometritos majos y creo que por monte... ¿lo hacemos al trote?

Foto gentileza de Francisco Serrano. Gracias.

lunes, 5 de abril de 2010

De Pascuas en Padrón al medio maratón Vig-Bay 2010

Pues hoy toca hacer recuento, estudiar bien la situación y comenzar a motivarse de cara al domingo.

El sábado me fui a Padrón con la familia para correr la XXXI Carrera de Pascua. Llevaba desde el día 7 de marzo sin competir en carrera y sin correr tampoco mucho. Los últimos entrenamientos habían sido martes y jueves de 8 kms cada uno, con buenas sensaciones ya que al correr no me duele la pierna por el problema de la periostitis. Por qué no decirlo así: Padrón era mi prueba de cara a poder correr el medio maratón de Samil a Baiona el próximo domingo 11 de abril, pues aunque no era una carrera "larga", tenía un recorrido de 13.300 m. que subía un poquito del clásico 10.000.

Me despierta mi mujer a las 7 de la mañana del sábado y ya empiezo a pensar en no ir: tengo un sueño que no me tengo, escucho el sonido de lluvia en la calle y me doy cuenta de que tengo dolor en la pierna. Le comento a ella que tengo muchas dudas y que, a lo mejor, podíamos quedarnos y no ir, así evitábamos hacer bolsas y preparativos.

Al final seguimos con la preparación del viaje y CONSEGUIMOS salir media hora después de lo que yo tenía previsto, con lo cual fui por la autopista a bastante velocidad . De esta manera llegamos a Padrón sobre las 11 y algo, teniendo en cuenta que Samuel, mi hijo de 6 años, tenía previsto correr y su carrera comenzaba a las 11:30 h. Fui con el coche directamente hasta el pabellón donde entregaban los dorsales, con tal suerte que justo al llegar se va un coche y puedo aparcar allí.

Cojo los dorsales a toda pastilla mientras mi mujer saca a los niños del coche y vamos apurados a cruzar el río Sar y acercarnos a la plaza Macías de Padrón. Mientras, voy sujetándole el dorsal a Samuel mientras este me mira con cara de susto... caminando y poniendo el dorsal lo más normal sería clavarle un imperdible al pobre. No lo comenté, pero el niño va con muchas dudas y no quiere correr... sólo si lo acompaño yo. Le digo que seguro que no me dejan y que haré lo que pueda.

Llegamos a la plaza Macías a las 11:29 y los niños ya están dispuestos para la salida. Le quito a Samuel la chaqueta y me acuerdo que todavía no le he puesto el chip, se lo sujeto con el velcro y le digo que allí no puedo estar y que lo espero a la salida de la plaza para correr con él. Cuando llego a la esquina, los niños ya habían salido y allá voy detrás de ellos hasta que pillo a Samuel, quien se para a pocos metros de la meta porque alguien lo salpicó y se mojó (pobre)... y tiene frío. Lo animo a seguir tranquilamente, diciéndole que todos van mojados y que al llegar mamá tiene ropia limpia y seca, y me aparto para no pisar la alfombra de ChampinChipNorte. Samuel termina y recibe su medalla.

Yo me preparo para calentar. Lo primero que hago es intentar buscar un sitio apartado para evacuar la vejiga. Saludo al grupo del CAR Marisqueiro y encuentro un lugar solitario para el pis. Vuelvo a buscar a mi mujer para dejar las gafas, pues con la apurada las llevaba puestas, saludo a Extremeñeiro. Luego ya me uno a “gran grupo” en el Paseo del Espolón para calentar. Comencé con Xan y terminé con Lois. MUCHOS conocidos y todos, amablemente preguntándome por mi lesión; les estoy muy agradecido por su preocupación.

Ya en la plaza me encuentro con Montxo y Jesús (Home de Nejro). Me pongo casi en la cola del grupo y comenzamos a correr por el empedrado de Padrón. Voy con Montxo, pero sólo los primeros metros, pues él va muy fino y yo tengo previsto hacer la carrera como un entreno de más de una hora. Le digo que soy un poco pijo porque voy sorteando los charcos para no mojarme. Mi objetivo era rodar en 5’ todo el rato, si podía.

En el km3 engancho con Isaias (Irdam de los Irmandiños) y lo veo como posible pareja para poder correr juntos. Al poco me comenta que cuando va corriendo con alguien, siempre fuerza y además, pierde el ritmo. Me sonó a: prefiero correr sin compañía. Después de meditarlo unos segundos, le digo que “vale” y tiro un poquito más. Adelanto a Jesús Bernal que lleva el lazo negro en recuerdo de su padre y comenta que anda “tocado”; es que si no, no podría adelantarlo. Luego voy detrás de tres chicos que llevan un ritmo majo pero que al cabo de un rato se relajan un poco y nos adelanta una pareja de Porriño y me uno a su ritmo, pues me parece más cercano al mío.

Él me saluda “hola Pipe, qué tal vas? cómo va la lesión?” y yo le digo que bien, que probándola. Dudo si preguntarle quién es y, según pasan los minutos la idea se esfuma de mi cabeza. Antes del km 10 les pregunto si van a aumentar el ritmo y Juan (que así se llama el chico y es de Porriño) me responde que no, que él va acompañando a la chica y que irán con ese ritmo hasta el final. Mentira. Pisan el acelerador y los dejo ir, los tengo a tiro el resto de la carrera pero no pienso en alcanzarlos.

En el último km veo a Silvia (Bibi) cada vez más cerca, la pillo y vamos juntos unos 300 metros hasta que, por orgullo y porque ella me anima, decido subir el ritmo y llegar solo a meta. No había por qué esprintar y, por precaución, no esprinté.

Clavé el ritmo de 5’ el kilómetro como tenía previsto, siendo bastante constante cada kilómetro recorrido... cuando perdía tiempo en zonas de subida, los recuperaba en bajada.

LO PEOR... y es para reírse... los comentarios de mi familia. Lo primero que me dice Samuel al llegar es: “Papá... ¿por qué tardaste tanto?” y luego me dice mi mujer: “La verdad es que pensé que ibas a llegar antes”. ¡Coño! Si les había dicho que iba a ir tranquilito, a un ritmo para probar de cara a la Vig-Bay... El problema de mi mujer era que no sabía la distancia a recorrer y a qué hora llegaría yo a meta aproximadamente. Aún así mi mujer quedó un poco dudosa cuando le dije que a mis ritmos, imposible llegar antes de una hora... jajaja.

Avituallamiento en meta consistente en chocolate calentito, agua, vasito de Acuarius y una galleta con chocolate. Suficiente. De repente chaparrón que no me había caído durante la carrera. Corriendo sólo algo de lluvia, aunque los que iban más adelante parece que tuvieron una buena granizada... me río... fue lo bueno de ir más atrás. Las duchas en el pabellón no estaban frías, estaban heladas, pero me dejaron relajadito. Comimos en Padrón y luego viaje entre chaparrón y granizada hasta Vigo.

Para terminar, comentaros que quedé muy contento con la carrera, sobre todo porque no me dolió nada la pierna. Sé que 13,3 km no son 21 de una media, pero se acercan algo a ella. Con esto, tengo fuerzas para pensar en hacer dignamente la carrera el domingo, en un tiempo entre 1:45 y 1:50 sin forzar y hacer el 1:45 forzando un poco. No sé si mi compañero de los Esprintes inde nai, Toledano, verá con buenos ojos este plan, pero el domingo habrá que ver cómo se pone todo. En principio la pareja con la que corrí en Padrón tienen pensado correr en 1:45 y serían buena referencia para ir con ellos. Sé que puedo arañar más segundos por kilómetro, y si veo que lo puedo hacer, hasta se puede intentar ir a otro objetivo.

GRACIAS a los que sacasteis las fotos:
Linkinpark: http://picasaweb.google.es/mauxicass/CarreraPascuaPadron2010
Moses: http://picasaweb.google.es/xrcarril/PadronPascoa2010
Mayucoira: http://picasaweb.google.es/mayufotos/CarreraPascuaPadron2010