Hace exactamente un año hacía marca en esta prueba, seis días después de haberla hecho en la carrera del San Martiño PERO... ¡bajando tres minutos el tiempo!
Este año el planteamiento era diferente. No buscaba marca. Ciertamente me parece un perfil más fácil que en la San Martiño y, aunque se vean fuertes subidas que no son largas, luego posee estupendas bajadas bastante prolongadas donde recuperar el tiempo que se podía haber perdido y ganar también algunos segundos a mayores.
No podía perderme esta prueba y allí nos fuimos mi compañero de equipo de los Esprintes Ourense, Ángel y yo. En esta ocasión la familia decidió quedarse en casa por razones metereológicas. Muchísima gente y problemas para encontrar dónde dejar el coche... al final la solución fue situarlo en la cuneta. Nos encontramos con Lois y fuimos juntos al Pabellón Oscar Pereiro a recoger los dorsales. Una vez allí calentamiento (durante unos minutos bajo la lluvia), esperar a que terminasen las categorías menores y a la salida.
Quería hacer la carrera con Ángel. No me interesaba ir más rápido ni más despacio. Él quiso deshacerse de mí pero no lo consigió, al menos, hasta el final de la carrera. Salimos demasiado atrás (47 segundos en cruzar la salida...) y fuimos adelantando, poco a poco, a gente. Intentando controlar ritmos por debajo de 5' para llegar en menos de 50 minutos a meta.
El recorrido es precioso y discurre por pistas de asfalto entre monte del Concello de Mos. Afrontamos la primera semivuelta con las dos subidas finales y ya lanzados por la vuelta grande!
Aunque no subimos demasiado el ritmo, íbamos pasando corredores que habían bajado el suyo. Pasamos el kilómetro 8 un poco por debajo de 40' y mi compañero insistió "demasiado serio" en que me fuese y lo dejase a su ritmo. Como yo sé acatar órdenes de equipo, y más si vienen directamente dadas por el presi con su voz ronca... me despedí y comencé a subir el ritmo como había hecho en otras carreras anteriores. Lógicamente fui adelantando progresivamente a gente, aprovechando una larga bajada antes de afrontar las últimas subidas hasta la zona de meta.
Como siempre digo, "anecdótico" tiempo en meta de 48'25" (dos minutos más que en la carrera del San Martiño) pero con buen sabor de boca porque hice una carrera progresiva de menos a más. Mi compañero Ángel llegó casi un minuto después consiguiendo bajar de los 50' en su tiempo neto.
Terminada la carrera, en el pabellón, charla con conocidos y amigos, degustación de los famosos callos... y vuelta para Ourense que el día sólo pedía meterse en casa y no salir hasta que escampase.
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